jueves, 22 de febrero de 2018

Redes... ¿sociales?




Facebook nos recuerda a diario los años que llevamos de amigos con alguien que tenemos en nuestra lista, pero de algunos no recordamos ni por qué los agregamos. De otros conoces (o has conocido) hasta el más mínimo detalle y ahora no sabes a qué se dedica o donde vive. Nuestros mayores se han modernizado hasta tal punto que dan prioridad a lo que leen de desconocidos que ha compartir risas o discusiones (por qué no) en la mesa. Los pingüimos han hecho su hogar en las camas donde ya no hay pasión aunque sí muchas visitas y likes. No sé que pensáis pero las redes nos distancian a un ritmo imparable y lo digo porque me ha pasadao.
No sé vosotros, pero yo prefiero celebrar el cumpleamigo con una copa de vino y unas fajitas en cualquier lugar o con una visita sorpresa y no que me lo recuerde facebook para que mande un mensajito, prefiero saber que mi amiga está triste porque me llame para contármelo y no porque suba una historia a Instagram que puede que ni vea. Prefiero dar un abrazo de esos que recomponen cuando estás destrozas@ que mandar una mierda al whatsapp para que sepas que estoy aquí. 

No sé... si será la melancolía o al astenia primaveral  pero veo que nos estamos dejando llevar demasiado y nos estamos perdiendo muchas cosas. Necesitamos salir más, pero no con el móvil en la mano para que nuestros amigos virtuales vean donde estamos, lo que comemos o lo que hacemos más; necesitamos vernos cara a cara, todo lo que se pueda, apartar lo que nos atrapa y hablar de verdad. Descubrir, descubrirnos. Conocer al detalle lo que nos pasa con tan sólo mirarnos a los ojos. Abrazarnos. Besarnos. Querernos. Odiarnos.... pero de verdad.
Los verdaderos momentos y los verdaderos amigos son los que se cuidan cada día, pero de verdad. Los que no necesitan wifi ni batería en el móvil para sentir que está a tu lado.

Menos 'Me gusta' y más "Recógeme a las 9... Pita y salgo!

jueves, 3 de marzo de 2016

Empezar de cero...

Hace poco he leído lo que resulta ser un extracto de la película "El curioso caso de Benjamin Button". En su momento fui al cine a ver la película pero no me percaté de dicho mensaje, seguramente porque mi situación personal/emocional no tenía nada que ver con la de ahora... El fragmento dice así:

"No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar oportunidades o echar todo a perder. espero que hagas lo mejor. Espero que veas cosas que te asombren. Espero que sientas cosas que nunca sentiste antes. Espero que conozcas a gente con un punto de vista diferente. Espero que vivas una vida de la que estés orgulloso. Y si te das cuenta de que no es así......espero que tengas el valor de empezar de cero"

Últimamente mi cabeza no para de dar vueltas a mil historias (lo que los expertos llaman "La vida"); aprovecho toda oportunidad que se me presenta, a veces incluso más de lo que puedo abarcar; creo que sé lo que quiero ser y a dónde quiero llegar, estoy peleando por sentirme orgullosa de la vida que me está tocando vivir, (esto aún me está costando un poco pero quien me conozca lo entenderá)... pero si algo tengo claro es que en muchísimos aspectos me encantaría tener el valor de volver a empezar de cero. Así todo sería más fácil.... aunque nadie dijo que lo fuera! 


lunes, 25 de enero de 2016

Suerte-Paciencia-Resignación

como tener suerteHace no mucho tiempo una buena amiga me dijo algo así como que la suerte no existe, que la "buena suerte" de uno es la "mala suerte" de otro y así sucesivamente. 

Por muchas vueltas que le he dado yo no puedo saber con certeza si tiene razón o no, aunque si le preguntamos al agraciado que le ha tocado la lotería  de el Gordo y el Niño estas navidades, posiblemente tenga una opinión muy clara con respecto al tema... Lo que sí sé es que si tiene razón alguien tiene que estar siendo tremendamente afortunado a mi costa..

Últimamente escucho mucho eso de "Anda, mujer, no te quejes que al menos tienes algo y vas picoteando", pero yo pienso... ¿¿Qué tengo??. Realmente no tengo nada... muy buenas intenciones, muchas ganas de trabajar y gente que me quiere y me aprecia y que me dice que solo tengo que tener paciencia, pero el problema es ese... la paciencia tiene un límite y la mía se ha agotado. La incertidumbre y la imposibilidad de hacer ningún tipo de plan de futuro han acabado con ella. Quizá esto no sea definitivo y pueda recuperarla en algún momento, porque de momento la esperanza sí que sigue dentro de "pandora". 

Desde aquí quiero es pediros a aquellos que me queréis que no me pidáis que tenga más paciencia, porque no la tengo. Sé que lo hacéis con toda la buena intención y porque realmente creéis en mi, pero no lo hagáis por favor porque me da coraje y me enervo y me pongo de mala leche. No busco ni que me compadezcáis ni nada solo que no me repitáis algo que llevo más de 5 años escuchando.

Evidentemente, hay gente que está mucho peor pero eso ya no me sirve porque como me dijo otra amiga hace poco según su marido: "Sí, hay gente que está peor pero también hay quien está mejor". Ella dice que es porque es "ambicioso" y quizás yo también lo sea porque no me quiero conformar con esta situación. 

Ante todo tranquilidad....estoy "bien", no me he vuelto loca (otra vez) y sí, tengo momentos de altibajos, pero lo llevo bien con RESIGNACIÓN. Lo tengo asumido, es lo que me ha tocado y hay que "mamar".... quizás las cosas cambien o quizás no y yo estaré aquí para lo que venga... aunque sea sin paciencia. 

De todas formas voy a echar el Euromillón a ver mi la suerte cambia... y entonces la paciencia ya no hará tanta falta.

Resultado de imagen de paciencia



sábado, 19 de diciembre de 2015

¡Felicidades, Mamá!

Hoy Facebook me recuerda que hace un año compartí una foto con mi madre en la que le dedicaba unas palabras por su cumpleaños. Este año podría hacer lo mismo pero he decidido hacerlo en el blog en honor a ella, porque sé que le encanta que escriba y de vez en cuando me pregunta que por qué no retomo mi blog. Pues hoy quiero hacerte este regalo, mamá. Sé que muchos no lo entenderán pero yo sé que tú sí. No te prometo que escriba ese libro que tantas veces me has dicho pero voy a volver a escribir, y lo hago gracias a ti, porque eres la razón por la que yo estoy aquí, viviendo, soñando, riendo y llorando.

Escribirle a las personas que más quieres es, a veces, una de las cosas más complicadas porque tienes tantas cosas que decir que no quieres que se te quede nada en el tintero. Hoy no te voy a decir cosas bonitas, porque trato de hacerlo cada vez que lo siento, a mi manera, sí, con cosquillas, con bromas o con pellizcos en el culo, pero lo hago, Hoy te dedico este post para darte las gracias, que es lo que más me gusta. Porque ya me has dado mucho, y llegó la hora de pagarte con gratitud todo lo que has influenciado en mi vida para ser lo que soy.

Gracias, Mamá.....
... por darme la vida.
... por quererme y aguantarme cuando ni yo misma lo hago.
... por enseñarme a defender aquello por lo que creo, aunque a veces me equivoque.
... por ayudarme siempre que lo he necesitado.
... por llorar conmigo, peor más por reír conmigo, tu risa me da vida.
... por ayudarme a levantarme cuando he tropezado con las piedras, a veces espigones, que me he encontrado en el camino.
... por confiar en mi más que yo misma.
... por ser mi confidente y mi amiga.
... por reñirme cuando saco los pies del plato.
... por pegarme con la zapatilla y con la barra de pan duro cuando hizo falta (me lo merecía seguro)
... por sentirte orgullosa de cada logro que consigo.
... por llenarme la nevera de tupper, que aunque te diga que no me mandes más, me encanta.
... por mostrarme que tener una familia es fácil pero mantenerla unida no, y tú lo consigues.
... por ser una luchadora nata aunque cabezona a veces.
... por cuidarme siempre.
... por decir con la boca llena que me parezco a ti, para mi es un orgullo aunque me queje por haber heredado las piernas gordas.
... por sacrificarte tú para que nosotros (mis hermanos y yo) estemos bien

Podría seguir así hasta el fin de los días pero creo que puedo resumir todo en pocas palabras...
Gracias por EXISTIR pero sobretodo... Gracias por SER mi madre!!!

¡Te quiero, Mamá!

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!



martes, 9 de junio de 2015

Estoy cansada...

Añadir leyenda
Estoy cansada, cansada de estudiar, del rechazo, del fracaso.
Cansada de ir, de venir, de bajar, de subir.
De sufrir y sentir que el latir llega a su fin.
Del sueño, de los dolores, de los temores,
de la fatiga, del estrés, de que me salga todo al revés.

Estoy casada de la ira, del odio y del rencor, de los besos sin sabor,
de ver la vida sin color, de girar en torno al sol,
de mi ateismo y de tu Dios.
Estoy cansada de la envidia, de la falsedad, de la hipocresía,
de encontrarme en callejones sin salida.
Cansada del ver para creer, del creer sin fe,
de la fe quien sabe en qué.

Estoy cansada de no dar abasto con los gastos,
de perderle a la alegría el rastro.
Casada del político charlatán,
de tenerle que mendigar para poder trabajar.
De soportar su falsedad, con miedo a su maldad,
 con ganas de llorar...
Cansada del izquierdismo, el derechismo, el extremismo
y de los reyes del cinismo.

Cansada de la melancolía, de la nostalgia,
de extrañar los días felices de mi infancia,
 de no darle al hoy su importancia.
De levantarme agobiada por los problemas,
y que el día se convierta en un dilema.

Estoy cansada, cansada del consumismo desmedido, compulsivo, obsesivo.
De querer siempre más y sentir que no tengo nada.
De que me toquen siempre las pipas malas,
de correr y sentir en el costado una punzada.

Cansada de la basura en las esquinas, de ver a gente empobrecida,
 de pelear cada día,
de soñar con utopías.
 
Estoy cansada, cansada de que me señalen,
de que me tengan pena y de que me compadezcan.
De tener que dar explicaciones, de que no entiendan mis razones.
Cansada de estar lejos de todos, de no poder vivir a mi modo.
De mirar con un solo ojo, de hacer la vista gorda,
 de tener que hacerme la sorda,
de tener siempre ganas de tirarlo todo por la borda.

Estoy cansada; cansada de estar cansada.

jueves, 16 de abril de 2015

Hasta pronto...

A las 9 de la mañana, normalmente, entran los primeros. Mientras llega el camión se da un vistazo a como quedó la sección la noche anterior, se retoca lo que queda pendiente y se empieza con los quehaceres diarios. Si toca descarga, nos vamos a la reserva y vamos organizando las cajas por Universos (secciones para el que no conozca el término). Textil descarga con Montaña y una de las cosas que más me gusta cuando nos toca son los ratos de risas y charla con compañeros con los que si estás en tienda no tienes oportunidad de estar. En la reserva hace un frío que pela pero se entra en calor rápido.... nada más que quitarle los plástiscos a los palés donde vienen apiladas las cajas te hace sudar. La "orgnización" sin organiación es brutal. Sacan los palés del camión, desembalamos (con cúter el que tenga la suerte de tener uno que corte), se quitan los plásticos de enmedio para no tropezar y la pila de cajas empieza a desaparecer. Trabajo en equipo para mover un centenar de cajas y bultos que contienen los productos que tienen que estar cuanto antes disponibles para los cliente.

Una vez finalizada la descarga los ruedines empiezan a salir hacia los pasillos, primero la implantación directa y después los productos que hay que tratar (emperchar y alarmar). En teoría las cajas deberían venir bien organizadas para hacer el trabajo lo más rápido posible pero todos sabemos que no es cierto del todo... los magnums a veces son como "cajones de sastre" donde puede aparecer cualquier cosa (por lo menos en textil). Implantar, separar, colocar, emperchar, colocar, emperchar, colocar, etc... así, sin ni quiera darse uno cuenta pasa casi toda la mañana. 

Cuando el camión se ha termiado se hace insatisfacción, se sacan etiquetas (bueno, ya no..) y balizajes, se hace facing, se mueve el lineal si es necesario y todo esto a la vez que se atiende a los clientes. 

El turno del mediodía es el más tranquilo y hay quien dice que el más aburrido, pero sí es verdad que es en el que se puede aprovechar más el tiempo para hacer lo que, bien por el camión bien por los clientes, no da tiempo ni por la mañana ni por la tarde.

La tarde es lo más entretenido, por lo menos para mi que me encanta tratar con los clientes. El tiempo vuela cuando la tienda se llena y no te da tiempo a terminar lo que estás haciendo cuando ya tienes otra cosa que hacer. Las pelotas y los pelotazos vuelan, los aros de ginmasia rítmica no paran de sonar cuando caen, aprender a esquivar niños (y no tan niños) en bicicleta se convierte en una tarea más, "maldecir" a quien ha hecho una bola de ropa y la ha metido en los sitios más insospechados, o al niño que se cuela en los probadores y los cierra por dentro también es el pan nuestro de cada día.
Todo esto se une con las mil y una anécdotas que ocurren con los clientes, algún día me pararé a recopilarlas y plasmarlas por escrito, pero mientras tanto adelanto que tenemos desde el que nos pregunta que dónde está la peluquería hasta aquella que te pide ayuda para quitarse el top que se ha probado porque se ha empeñado en meterse en uno dos tallas más pequeñas a la suya.

A las 21.45 suena por megafonía el anuncio de que en 15 minutos cierra la tienda. Por una parte unos parece que se relaja después del estrés de la tarde pero ahora llega la contrareloj para intentar dejar todo listo para el día siguiente. Algún que otro cliente rezagado ronda por los pasillos mientras los d seguridad le piden que se acerque a las cajas y, mientras tanto, nosotros intentamos dejar probadores listo y todo ordenado. A las 21.55 hay otro aviso, los que se van a las 22.00 empiezan con el sprint final hasta que finalmente llega desde caja el mensaje más esperado: "Señores clientes, Decathlon cierra sus puertas. Les recordamos que estamos abiertos de lunes a sábado de 10 de la mañana a 10 de la noche. Muchas gracias por su visita y esperamos verles pronto".

El último turno en salir lo hace a las 22.30. Media hora para trabajar a puerta cerrada y con el propósito de asegurar la apertura del día siguiente. Los aires acondicionados se apagan y el silencio se apodera de la tienda. El ruido más característico es el de las llaves que lleva el responsable que esté de permanente, que es el que se tiene que asegurar de que todas las puertas estén bien cerradas.

Cuando tan solo faltan un par de minutos nos vamos acercando a las cabeceras de la entrada. Son las 22.30 y nadie quiere quedarse dentro.

Bueno y diréis... ¿A qué viene esto?. Pues esto viene a que hoy es mi último día en la empresa. Han pasado 6 meses en los que lo que he contado ha sido mi día a día. Séis meses en lo que he aprendido, he enseñado, he trabajado, he reído, he llorado pero sobre todo he sido muy feliz. Muy feliz porque he formado parte de un equipo maravilloso de personas que ha confiado en mi y que me han hecho sentir una más dentro de esta gran familia.

Antes de irme quiero hacer una mención especial a mi equipo de textil. Sois la "booooomba" y lo sabéis. Habéis estado mucho tiempo navegando solos y ahora tenéis un buen capitán así que ahora el barco va viento en popa y a toda vela. Solo os pido que nos olvidéis de mi que tenéis que recogerme en puerto dentro de otros séis meses, eh!!!!

Por último a "Las Titas" les digo que gracias, gracias y gracias. Sin vosotras nada sería lo mismo. Os llevo a cada una de vosotras dentro de mi y me niego a despedirme porque ya no sois mis simples compañeras de trabajo, sois mis amigas y espero que sigamo compartiendo tantos buenos ratos como hasta ahora. Os quiero mucho chicas! 


Carmen Textil









domingo, 5 de abril de 2015

Abril maldito


Dicen que abril es uno de los meses más bonitos del año. Que la recién estrenada primavera inunda de colores, olores y alegría el ambiente. Que la gente, sobre todo por el sur, se lanza a las calles con tantas ganas que parece que no hubiera un mañana. En cuanto suben un poquito las temperaturas, las tirantas, los pantalones cortos, los escotes, las sandalias y las chanclas empiezan a desempolvarse. Las terracitas se llenan y las tardes se alargan sin importar tanto si hay que madrugar al día siguiente. Parece como si con el buen tiempo no importara dormir menos. Pero bueno, también es cierto que normalmente somos demasiado adelantados y siempre tenemos que volver a sacar algún abriguillo porque vuelve a refrescar, aunque eso sí, las chanclas ya se quedan desempolvadas por lo menos hasta octubre.

En primavera la gente es feliz solo porque es primavera. 

Yo solía ser así también, no me hacía falta mucho más que el buen tiempo y las ganas de salir y entrar para poder disfrutar de la vida. Desde hace un par de años la cosa cambió y abril se ha convertido en uno de los peores meses del año para mi. Es el mes en que termino mi contrato en Decathlon y la ansiedad, el estrés, el miedo y la incertidumbre pueden con la alegría y el buen humor que solía reinar en mi estado de ánimo por estas fechas.


Este año, además, se suma que mi hermano se va el jueves a EEUU a trabajar. Por una parte estoy muy contenta porque sé que, hoy por hoy, es lo mejor que puede hacer y porque sé que a donde se va tiene un futuro seguro en el que podrá demostrar todo lo que vale. Es la tierra de las oportunidades y estoy segura que no dejará escapar la suya. Pero por otra parte estoy triste, a parte de porque le voy a echar mucho de menos,  porque se tiene que ir por no poder encontrar un hueco en su país.
Yo ya me he ido tres veces y no me gustaría tener que irme de nuevo pero estamos en abril, mi contrato acaba en 15 días y lo primero que leo todas las mañanas nada más levantarme es "La empresa X ha descartado su candidatura". El teléfono no suena, los contactos no valen, las entrevistas no salen, las facturas llegan y los recursos se agotan... además, este año ni siquiera tengo paro. En fin... que se avecina tormenta.

La gente que me quiere me dice que no me preocupe que de todo se sale y que ya saldrá algo. Mi hermano me dice que, ahora que ha encontrado trabajo, que me va a "apadrinar" para que yo pueda ponerme a estudiar oposiciones y yo se lo agradezco en el alma pero quien me conoce bien sabe que no voy a permitir eso. Que no quiero seguir pasando mi carga de mano en mano como si fuera una pelota. Si mi momento no llega tendré que ir yo a buscarlo, cómo y donde sea. Ya veré como lo hago.

Aunque parezca contradictorio después de toda esta retahila, este año me siento más fuerte así que no voy a permitirme tocar fondo como lo hice el año pasado, pero sí quiero curarme en salud y perdir disculpas de antemano si flaqueo en algún momento, principalmente a Jose, a mi familia y a mis amigos. Si algo he aprendido de todo esto es que no estoy sola y que sé con quien puedo contar y con quien no, por eso no voy a dejar que los que me queréis volváis a sufrir por mi. Eso sí, os voy a necesitar...y mucho.