Se que en mi entrada anterior adelanté que mi siguiente publicación sería sobre la Romería de San Isidro y otros, pero los hechos acontecidos en los últimos días me han hecho cambiar de opinión.
Hace poco leí en Frases de cine que "Pasamos toda nuestra vida preocupándonos por el futuro, planificando para el futuro, intentando predecir el futuro, como si calculándolo de alguna manera amortiguáramos el golpe. Pero el futuro está siempre cambiando. El futuro es el hogar de nuestros miedos más profundos y todas nuestras esperanzas. Pero una cosa es cierta, cuando por fin se revela...el futuro nunca es el camino que imaginamos....". A nadie se le pasa por la cabeza que sea normal que una chica con tan sólo 19 años, y después de luchar como una campeona durante 3 años, ya no pueda hablar de futuro. Es impensable, al menos para mí. Impensable e injusto.
Yo creo que el destino está escrito y que hagamos lo que hagamos no lo podemos cambiar, pero hay cosas que no puedo llegar a comprender. Una persona joven, valiente, llena de vida, siempre con una sonrisa en la cara y rodeada de gente que la quiere. Ella no quería irse pero no ha podido ser....
Con todo esto he pensado mucho en el pasado, en el presente y en el "futuro", y me he dado cuenta que pasamos gran parte de nuestra vida preocupándonos por verdaderas gilipolleces, como si se nos fuera la vida en ello: que si me falta esto, que si me sobra lo otro, que si necesito más dinero, que si quiero ser más que tu, etc. En fin..... que no merece la pena.
Ahora más que nunca creo en el Carpe Diem. Creo que hay que saber valorar lo que uno tiene para poder disfrutarlo al máximo, ya que aunque el destino esté escrito (según yo) no podemos conocerlo antes de tiempo y desgraciadamente no sabemos que nos espera mañana.
Amiga, ahora queda lo más duro pero aquí estamos todos para ayudarte en lo que haga falta. No importa la hora o el lugar. Vamos a estar contigo. Te Quiero Mucho!
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