Es curioso como una canción te puede despertar cualquier tipo de sentimiento posible. Del amor al odio en un simple segundo. Te puede transportar a uno de los momentos más felices de tu vida o al más triste. Puedes echar de menos o de más a alguien con tan sólo escuchar los primeros acordes.
En ocasiones creo que el problema es que jamás protagonicé una canción maravillosa. Una de esas de las que a menudo la gente no recuerda el título, pero sabe que la letra era fabulosa... una de esas que hablan de amor, del ayer o el mañana. Sin embargo, siempre he tenido la sensación de vivir en las canciones. En las canciones de otros y otras, que hablan de historias que he respirado. He nadado en muchos mares, he viajado a la luna, he muerto una y mil veces, he vivido luchas de titanes, me he ido cuando quería en realidad quería quedarme...
Las canciones ayudan a permanecer en la memoria a través del tiempo y el espacio, y también la distancia. Nunca he querido cantarlas, aunque a veces he deseado escribirlas... pero he sido incapaz, incapaz cómo de tantas otras cosas. Sólo quiero sintonizar la radio (Canal Fiesta también cuenta) y decir: "oh, esa soy yo", asistir a un concierto y encogerme al pensar que todas esas palabras y acordes, palpitan mi nombre.
Reconozco que tengo una lista de canciones de las que siempre he pensado que ojalá hablaran de mi....
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