Ropa al Peso y La Pantera

Después de casi tres semana aquí, he podido comprobar en primera persona que Londres es mucho más que el Big Ben, la Abadía de Westminster y las rojas cabinas que inundan la ciudad. Hoy hemos estado en Brick Lane. Se trata de uno de los sitios más bulliciosos, multirraciales y con más ambiente de la ciudad. Fue el lugar donde se establecieron los inmigrantes irlandeses y la comunidad judía y hoy en día se ha convertido en el barrio bengalí. En él se percibe un delicioso aroma a curry que impregna todos los rincones. Los restaurantes asaltan los sentidos con olores de las especias típicas de la cocina bengalí, y la música bangra ameniza la calle a tu paso.

Ha sido una experiencia curiosa y gratificante. Es algo parecido a lo que sentí la primera vez que estuve en Camden Town, pero en esta ocasión el sabor de lo antiguo asomaba por todas las esquinas. Lo más destacable de todo ha sido cuando al llegar a una esquina una chica vestida un tanto extraño nos ha dado una propaganda. Cuando la hemos leído resultó ser una tienda en la que vendían ropa al peso. Sí, sí! Como habéis oído!!! Ropa al peso!!! 1 kg de faldas 6 libras, 1 kg de pantalones 8 libras…..y así sucesivamente!!! Pensando que iba a ser la oportunidad de nuestra vida de renovar el armario por unos cuantos pounds, decidimos entrar. Madre del amor hermoso!! cuando yo ví la ropa "Vintage" de los cojones. Eso tiene que ser delito hasta comprarlo! Vaya cosas feas, feas, feas, pero feas!!! Estampados imposibles, cortes inimaginables, pantalones de cuando Franco era cabo..... lo más feo que os podáis imaginar no, más todavía. Ay! Omá!

Ayer estuvimos en un parque cerca de Liverpool Street, y estábamos alucinando con las pintas que llevaba la peña por allí. Pero después de ver lo que he visto hoy, ya sé dónde compran la ropa. Algunos me habréis escuchado decir que en Londres puedes ir por la calle con un pijote en la cabeza que nadie te va a mirar ni a decir nada, pero es que lo de hoy y lo de ayer pasaba de castaño a oscuro. Llegó un momento en el que pensaba que los que desentonábamos éramos nosotros por ir vestidos normal. Tal es así, que incluso llegamos a compartir la cola del baño con una ‘colgá’ que iba vestida de pantera o de tigre, no sé exactamente que especie era, pero que ella era feliz así. Había otro que era una especie de ‘Avatar’ recubierto de purpurina y que iba más pasao’ de rosca que pocholo. En fin……..indescriptibles las vestimentas. Hay que verlo para creerlo. Y yo que me preocupo por si mis zapatos o mi bolso no pegan con la camiseta que llevo!! Anda coño!! Viva Londres!!!