lunes, 2 de julio de 2012

Stones Roses y la Eurocopa

Al ritmo de "España entera se va de borrachera", "Campeones, campeones, oé, oé, oé", "Yo soy español, español, español" o de "Alcohoooool, alcohoooool, alcohol, alcohol, alcohol....hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual...", terminó ayer un largo fin de semana en el que he trabajado más que los 5 meses que llevo aquí.

La semana pasada empezó un tanto "accidentada". El lunes llegué a trabajar con un resfriado monumental. Me encontraba fatal pero aún así fui porque me sentía mal por haber faltado cuando fui a España (y eso que no hago una mierda aquí, que si llego a ser imprescindible....). Cuando llevaba un par de horitas en la oficina,  mi jefa, esa mujer tan simpática, que me da tanto trabajo y que está siempre pendiente de que una no se aburra (Modo ironía ON), tras estornudar unas 15 de veces y escucharme hablar como Eros Ramazzoti, me dijo muy amablemente y en un inglés muy polite (correcto): 

-Carmen, por favor, no esparzas tus gérmenes por aquí. Vete a casa. 

Yo pensaba que era un poco en broma y que se preocupaba por mi salud, pero no... resulta que, efectivamente, se preocupaba por la suya. Cuando ya no estaba le dijo a mi compañera Irene:

-Lo siento si ha sonado un poco desagradable pero es que no me quiero poner mala....

En fin.... sin comentarios! Me fui para casa y me llevé 3 días dormitando por las esquinas y enganchada a ver pelis y series en ordenador hasta el miércoles. A pesar de ello le escribí un correo a mi jefa y le dije que aunque estaba mala que si quería que le hiciera alguna traducción (es lo único que me manda.... y de vez en cuando) o algo que me la enviará que la hacía desde casa. ¿A vosotros os ha contestado? Pues a mi tampoco!!!!

El jueves ya me sentía bien para ir pero como me salió la oportunidad de trabajar el finde en uno conciertillo y tenía que pedir la mitad del viernes libre pensé:
 "¿Para qué ir el jueves si el viernes tengo que pedir mediodía  off?. Mejor me quedo en casa aún con el miedo de que la empresa quiebre por mi culpa (Ironía ON otra vez) y que piensen que sigo estando enferma" ... y así hice.

El viernes me levanté me duché, me vestí y puse rumbo a Heaton Park con Irene. No sabíamos (o por lo menos yo) qué nos íbamos a encontrar ni como sería aquello y la verdad es que me sorprendió. El "festival" era con motivo de la unión de los Stones Roses, una banda puntera de los años 80 que se separó hace unos 20 años. Tras esperar una larga cola bajo la lluvia, por fin accedimos, un recinto enorme y un escenario impresionante. Una vez que llegamos a nuestro lugar (Bar 3), firmamos, nos dieron el "uniforme" (una camiseta de Foster -una marca de cerveza) y nos explicaron el mecanismo de trabajo y alguna que otra curiosidad. 


                                    


No hicieron hincapié cien veces en el tema de que vender alcohol a menores es un delito que se paga caro, que nos aseguráramos en pedirle el DNI a todos aquellos que parezcan menores de 25 años (la edad permitida es 18, pero no sé si es una ley o qué que dice que si pareces menor de 25 se te puede pedir el DNI para comprobar la edad.... England rules) y que solo podíamos serviles a aquellos que fueran mínimo del año 1994!!!!! 1994!!!!!!!! Madre mía.... qué mayor me sentí!!!!! No sé cuantas veces hice las cuentas para comprobar que los del 94 ya son mayores de edad!! Del 94!!! Si ni siquiera conocieron la EXPO de Sevilla y yo la recuerdo como si fuera ayer!!! En fin...... ya lo he superado, peor me costó!!! : D

Además nos dijeron que si venía alguien muy borracho a pedir que nunca le dijéramos que no le servíamos porque está borracho sino que le dijéramos amablemente, "Creo que usted ya ha bebido suficiente, se debería tomar un vaso de agua y si acaso volver más tarde"... LOS COJONES! No le dices tú eso a un guiri borracho ni loca, además por esa regla de tres no se hubiéramos puesto ni una cerveza porque porque el 90 por ciento de los que venían estaban como una cuba....

Buenos pues tras las instrucciones generales comenzó el jaleo. Abrieron las puertas a las 15.00 y la gente empezó a llegar por goteo. Estábamos ansiosas por trabajar y empezar a poner cervezas, llamábamos a los clientes por señas para que se acercaran a nuestra barra, hasta que la cosa de descontroló en en vez de por goteo parecía que se había quedado un grifo abierto a toda potencia. No dábamos a basto, la gente se acumulaba, nos chocábamos unos con otros, nos "peleábamos" por coger las cervezas primero para servirlas, hasta que todo se fue de las manos. La gente que estaba en primera línea en la barra no podía salir con lo que habían pedido porque los de atrás empujaban, estaban aprisionados contra la barra, algunos no podían respirar, nos pedían que no sirviéramos más hasta que no se fuera desalojando, pero era imposible. No sabría calcular la gente que había pero si digo muchísima me quedo corta. Llegó un momento en el que se hizo insostenible y la gente se empezó a saltar la barra. Los camareros (éramos como 50 o más) nos apartamos a una esquina, cogimos nuestras cosas por si teníamos que salir a correr y comenzamos a "ver los toros desde la barrera". Parecía el salto de la reja de la Virgen del Rocío pero en vez de almonteños eran Hooligans y en vez de una virgen había alcohol. Empezaron a llevarse todas las cervezas que había en las mesas (cientos y cientos), las cajas de vino, los bacardi breezwer, pero el colmo fue cuando empezaron a arrancar los cables de los surtidores de cervezas y empezaron a llenarse los vasos y a beber de los grifos.... una locura! Además, se regodeaban y se hacían fotos con sus hazañas. Al menos dejaron las cajas registradoras.
Cuando ya no tenían nada más que llevarse y la policía pudo echarlos a todos de la carpa por fin pudimos volver a entrar. Algunos decidieron no volver porque les daba miedo, pero ahí estábamos Irene y yo al pie del cañón. EN realidad fue uno de los mejores momentos de la noche y del finde porque cuando volvimos aún estaba la gente esperando fuera para ser servida y al entrar todos de nuevo empezaron a aplaudirnos y a gritarnos como si fuéramos nosotros los Stones Roses. Me sentí muy importante y creo que puedo decir que he tenido mis dos minutos de gloria.... jajajaja

El resto de la noche transcurrió con normalidad a excepción de que cuando nos fuimos después de haber estado 9 horas y media de pie y corriendo de un lado a otro, la estación del tranvía más cercana estaba cerrada y tuvimos que andar 25 minutos hasta la siguiente. Una gracia... yo creía que no llegaba, pero llegamos.


                                             

El sábado me levanté que no podía apoyar los pies en el suelo y las piernas me dolían como si tuviera cristales clavados pero como no hay nada que un espidifen no arregle me lo tomé y volvimos a la carga. En esta ocasión estaba todo mejor organizado en el tema de la cola para que no se repitiera lo del viernes. Había más seguridad y los clientes entraban de forma dosificada pero continua. El único problema del sábado es que me tocó al lado de una negrita de 1.90 aproximadamente (sin exagerar) a la que yo le llegaba a la cintura (puesto que mido 1.54), que o bien me pegaba un culazo que hacía que me tambaleara y se me derramaran las cervezas o bien ella me derramaba sus cervezas en la cabeza.... sé que parece gracioso, pero para mí no lo fue, puesto que me llevé todo el día empapaita de pies a cabeza. Lo bueno del sábado es que no sé si fue el red bull de medio litro que nos bebimos o que como dice el dicho que a todo se acostumbra uno, que ya no estábamos tan casadas como el día anterior. Las piernas dolían pero menos, aunque cansadas estábamos a rabiar.

El domingo nos despertamos un poco menos doloridas, íbamos con el ánimo de que era el último día y con la predisposición de inventarnos alguna excusa para antes y poder llegar a ver el partido de España. Y así fue. El domingo era el día que más gente se esperaba que acudiera al concierto (120.000 personas aprox), con lo cual doblaron el número de camareros. Éramos tantos que casi ni cabíamos en la barra y ahí si que hubo choques y porrazos. El día pasó rápido y a eso de las 8 dijimos que nuestra compañera de piso estaba enferma y que teníamos que irnos (está bien...dijimos que se había caído por las escaleras y que estaba en el hospital, pero es que era lo primero que se nos ocurrió). Íbamos justitas para llegar a ver el segundo tiempo pero lo importante era echar un buen ratito con los amigos e ir a celebrar lo que sabíamos casi seguro que sería otra victoria de nuestra selección porque "No hay 2 sin 3" :) 

El problema fue que cuando llegamos al bar donde estaban los demás había un portero de mierda que no nos dejaba entrar. Era un niñato con mucho cuerpo pero sin pelo en el bigote y que además yo creo que no podía tener edad ni para tener la ESO. Intentamos convencerle de todas las maneras posibles pero no hubo forma. Pos más que le decíamos que estaban todos nuestros amigos dentro y que solo éramos dos, no nos dejó entrar y no lo hizo porque no le dio la real gana porque el bar era pequeñito y no había mucha gente. Pero es así, se quería hacer el importante. Durante la trifulca me dio tanto coraje que me puse un poco farruca y le dije en tono de retintineo: "¿Qué pasa que eres italiano y estás cabreado porque vamos ganando?" O ¿Qué pasa? ¿Dónde está inglaterra? ah no! que está eliminada!!!". Creo que no le sentó demasiado bien porque cuando acabó el partido queríamos entrar para ver alzar la copa y dijo que podían entrar todos menos yo. Pero bueno, nos pegamos al cristal y lo vimos desde fuera. :D 

Cuando ya salieron todos del bar nos fuimos a reunirnos a otro donde van todos los españoles para celebrar la victoria y olvidarnos por un rato de lo hartos que estamos de Inglaterra, del mal tiempo, de lo mucho que echamos de menos España, de lo cansados que estamos de no hacer nada en el curro, de la crisis y del futuro próximo tan negro que nos acecha. 

De allí nos fuimos todos gritando y cantando hasta Picadilliy Gardens, abrazando a gente desconocida por la calle y saludando a los coches y autobuses que nos pitaban al vernos. La fuente de Picadilly no estaba ni por asomo como imagino que estaría la Cibeles o las fuentes de todos los Ayuntamientos de España pero allí echamos un ratillo cantando y vitoreando hasta cerrar la fiesta compartiendo pizzas y risas en la mejor de las compañías (aunque faltaron algunos).

Os voy a echar de menos!!!