viernes, 26 de abril de 2013

Y si.....?


¿Nunca os habéis planteado como habría sido vuestra vida si hubieseis elegido otro camino? ¿Qué habría sido de mi si no hubiera tenido la familia tan maravillosa que tengo? ?Qué habría pasado si no me hubiera levantado de los golpes recibido? ¿Qué habría pasado si no hubiera decidido dar el paso de irme al extranjero (Londres 2010, Mánchester 2012 y ahora Panamá)? Qué habría pasado si ese día en lugar de salir me hubiera quedado en casa llorando? ¿Qué hubiera pasado si hubiera gritado en lugar de callar? ¡¿Y si hubiera escuchado en lugar de hablar de más? ¿Sería otra persona? ¿Tendría otros amigos? ¿Otro novio? ¿Otra ropa? ¿Otro pelo? ¿Tendría una vida diferente o se mantendría todo igual? 

El destino no da tanto miedo como la posibilidad de que podamos cometer un error enorme con un mínimo movimiento, no creéis? Siempre he dicho que los días realmente importantes vienen sin avisar, te cambian la vida sin que te des cuenta. Son besos inesperados, decisiones caprichosas, arrebatos, corazonadas que seguimos a ciegas. Son despedidas sin saber que son para siempre. Situaciones para las que no estás preparado y que llegan sin cita previa. Hoy mismo puedes haberte cruzado con el amor de tu vida sin saberlo. Puedes haberle sonreído al salir del ascensor. Puede haberte visto pasar en un semáforo desde su coche esperando a que se pusiera en verde. Puede que hayas respondido en clase y se haya fijado en ti. Por el hecho de llegar tarde a algún sitio puedes haber cambiado por completo el curso de los acontecimientos. 

A pesar de que ahora puedo ver muchas cosas en perspectiva y aseguraros que mi vida entera es el resultado de las decisiones que tomé sin pensar, he de decir que creo en las corazonadas. Creo en el destino. Creo que por muchas vueltas que podamos dar, si tenemos que llegar a algún sitio, llegaremos a dónde tenemos que llegar, no a dónde nosotros queremos. Estoy tan segura porque las decisiones y los hechos que realmente me cambiaron la vida no fueron premeditados. Siempre me dejo llevar cuando se trata de cosas importantes. Es involuntario, como si mi cabeza se desconectara de mi cuerpo y automáticamente el corazón tomara las riendas. Es inexplicable, de repente veo claro el camino que debo tomar, avanzo segura como si siguiera migas de pan. Se parece bastante a los flechazos. 

Eso no es todo. Hay ciertos elementos que tardaron bastante en encontrar la manera de colarse en mi vida, sin embargo al final entraron sin avisar y han venido para quedarse (o eso espero... ;D ).

No se si he conseguido explicarme bien porque las sensaciones hay que sentirlas para poder entenderlas. Solo quiero decir que no debemos preocuparnos tanto por los pasos que damos ni por lo que vivimos ahora mismo porque todo pasa antes de lo que pensamos. Por muy malo que sea, si pasa es porque tenía que pasar. Porque teníamos que aprender una lección o que tomar un camino que ni siquiera nos habíamos planteado. Desde que cierro los ojos más, desde que confío en mi intuición, me va mucho mejor. Ya los decía Steve Jobs: tenemos que confiar en nuestro corazón porque a veces sabe antes que nosotros lo que realmente necesitamos. En definitiva, tenemos que olvidarnos de la vida que teníamos pensada para poder vivir la que nos espera.